Me está pasando con frecuencia, aunque no siempre, que cada vez que intento abandonar un edificio de trabajo, vuelvo porque no me dejan salir, me encuentro a alguien que viene a verme, me dan un no sé qué para guardar o un si sé quien para charlar. Son edificios sin salidas, parece que te vas pero nunca lo consigues. Jajajajaja.
Nota: Esto no da ni para un twitt pero tenía que contarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario