DADOS DE BASALTO

04 enero 2017

UCAV en Plasencia (una opinión).


Ha surgido, no se sabe bien de dónde, la idea de que la Universidad Católica de Ávila está interesada en abrir una Universidad privada en Plasencia, precisamente en un edificio donde hace ya muchos años, las chicas estudiaban para hacerse maestras de la Iglesia, título que posteriormente habían de convalidar para el Estado mediante un examen. Curiosamente es ahora, una Universidad Católica, como casi todas las Universidades Privadas que están creciendo en España en los últimos años, la interesada en devolver dicha carrera a Plasencia.
Estudiar magisterio en Plasencia ha sido un anhelo de muchos a lo largo de los años. En dos ocasiones la Directora de la UNED ha anunciado a bombo y platillo que se impartiría en esa Universidad en el próximo curso, pero en dos ocasiones los hechos han desmentido sus palabras y la algazara general que tal noticia despertó acabó en un vacío. Da temor pensar que estos nuevos anuncios con la UCAV queden al final en titular de las noticias locales.
Construir una Universidad Privada no es tarea fácil, amén de los dineros que hay que invertir se precisa alumnado dispuesto a pagar las carísimas matrículas que tales centros ostentan, aunque evidentemente ese no parece ser el problema en nuestro país ya que cada año miles de estudiantes se matriculan en las diversas carreras que tienen las Universidades Privadas. Asunto distinto es el nivel académico y profesional que la enseñanza privada universitaria tenga. Eso, es lo que parece analizará la UEX. Ella y la Junta realizarán su dictamen otorgando el Nihil Obstat (o no).
Si al final todo sale bien será una gran noticia para Plasencia y frente a las reticencias de algunos por ceder edificios a Instituciones privadas hay que decir que esa práctica es buena en tanto en cuanto permitirá que los edificios no acaben en ruina y abandono. Ejemplos de ese tipo de edificios ya tenemos bastantes aquí, desde el Conventual San Francisco hasta el futuro Palacio de Congresos. Una ciudad endeudada como la nuestra no puede permitirse el lujo de palacios, sean antiguos o modernos, vacíos. Ójala estos anuncios no queden igual de vacíos en el futuro.