DADOS DE BASALTO

29 julio 2013

Unas líneas negro sobre blanco.

Desde mi punto de vista la nueva revelación mejora mucho con el paso de las páginas. Bien sabe el chico que a punto estuve de abandonarle a su suerte antes de encontrar al cabrero. Pero luego todo mejora, sí, y el micromundo en el que se desenvuelve revela el mundo global, lleno de malos y algo de bondad, donde Dios no deja de apretar tuercas.
Luego, sin pensármelo mucho -porque sino lo hubiera evitado-, me acerqué a Los puentes de Madison County renunciando momentáneamente -como dice el autor- a mi incredulidad. No es largo, lo sé, pero me lo devoré en un plis-plas porque la historia es tan real y está tan viva que nadie debería perdérsela.(Nota: no he visto la peli, ni la pienso ver).
Nada que ver ese amor -real, repito- con el amor malsano de Palemon y Arcites. Me he propuesto dos clásicos para estos días de vacaciones. Uno es Los Cuentos de Canterbury y el otro La Divina Comedia, leídos hace tanto tiempo y con tan poca madurez que no me sirvieron de mucho. Pues eso.