DADOS DE BASALTO

18 junio 2013

Propiedad de mi intelecto (tres afirmaciones y un corolario)

Esto que escribo es mío y solo mío, si no te gusta bórralo y si te gusta cópialo.
Me resulta, cuanto menos, curioso, el que Facebook (en adelante F) se llene de gente advirtiendo a F de que lo que publica es suyo y  no lo pueden usar. 
Me resulta raro (primero), porque lo mismo esa gente usa alguna vez imágenes de internet -que andan por ahí sin ser de nadie, pero de alguien serán- y que esa misma gente sea la que comparta -de vez en cuando- frases bonitas de otros, fotos de hermosos gatitos, incluso chistes de gentes como Quino, por poner un ejemplillo sin malicia.
Me resulta raro (segundo) porque esa misma gente que dice tal cosa ha firmado un contrato, con quien le deja usar el F, en el que se dice expresamente que nada de lo que ponga va a estar sujeto a PI (llaman así a la propiedad intelectual), un contrato en el que le dicen que  van a hacer -con todo lo que uno ponga: lo que les salga del trigémino. 
Me resulta raro (tercero) además, que todos los que ponen ese mensaje en F piensen que producen cosas relevantes para la PI (jodío orgullo que tenemos).
Corolario: Lo mismo es verdad que lo que pongamos es nuestro y no de F, pero también hemos firmado que para defenderlo tenemos que ir a Santa Clara (Ca) y, oye, si me pagaran el viaje no estaría mal, pero va a ser que no.
Así que lo mejor es que si no quieres que F, use tu información, la almacene, se la mande al Gobierno de EEUU o a cualquier Gobierno que se la pida, y sepa perfectamente qué comes, qué compras, qué haces y cómo orinas, no uses F.
Por cierto, lo mismo pasa cuando utilizas güindous, pero eso no te lo quieres creer.