Las mismas preguntas siguen sin respuesta.
Los mismos vacíos,
las mentiras idénticas.
Los mismos sueños malinterpretados.
La misma tristeza cansada
que se repite a días sí y a otros quizá.
El mismo sinsentido de todo.
El mismo actor principal
-deseando ser un extra-
junto al actor secundario
queriendo destacar.
La misma historia nunca empezada,
jamás terminada.
El mismo confío no confiar.
La idéntica confianza frustrada
una vez más.
El mismo futuro
sin llegar jamás.
El idéntico presente
mañana y ayer.