Cuando somos lobo para otros es porque no sabemos ser de otro modo. Cuando se responde de manera agresiva es porque no tenemos otros recursos, o no los hemos aprendido o no somos capaces de usarlos. Cuando no sabemos que decir es porque nunca se nos enseñó a comunicar. Cuando somos indiferentes al dolor ajeno es porque todos somos Asperger -el continuo dimensional en el que nos inscribimos- sin diagnosticar. No somos malos porque sí sino porque a veces no podemos ser de otra manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario