El primer teorema de mi teoría sobre las amebas y el ser humano, que sostengo desde hace años, afirma que una persona es siempre más inteligente que una ameba (aunque esto no está confirmado). El segundo principio, demostrado empíricamente, es que las amebas siempre huyen del medio hostil y se orientan al placer. Aman el placer y huyen del dolor. El corolario de esta teoría afirma que cuando una persona se mantiene en una situación hostil durante largo tiempo es porque obtiene un beneficio secundario (que podrá ser descubierto o no) y que sus quejas por estar sufriendo no son más que llamadas de atención, búsqueda de mimos, o necesidad de x, pero que de ningún modo es "quiero salir de este medio salino (hostil)", porque, repito, somos desde siempre más inteligentes que una ameba ¿o no?
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