Era el 2006 y por entonces alguien todavía me consideraba Tyké (casi debía pedir perdón por gestionar bien). Fue entonces cuando el upino, de una de las primeras que se fundaron, dimitió (creo que por diferencias irreconciliables, dijo). Era el inicio de un descenso, confirmado ayer en el BOP, índice claro de que la educación igualitaria de personas adultas en Extremadura tiene pies de barro.
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