La enfermedad se extendía sin freno. Los primeros contagiados morían por decenas a diario en cada ciudad. Mientras tanto un porcentaje elevado de la población aún no había notado los síntomas de la enfermedad. Alegremente pasaron la última navidad sin tan siquiera cruzar la mirada con los moribundos. Sin embargo, con el inicio del nuevo año muchos notaron también los primeros síntomas del síndrome. Primero los temporales, luego los interinos, al final hubo recortes para todos en la administración. Los líderes rezaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario