15 octubre 2009
Confesión y propósito
Es un cuento de Don Juan Manuel que no he leído hasta hoy. Entono un mea culpa por haber hablado muchas veces de Andersen y nunca del sobrino de Alfonso X. Contrito prometo enmienda, lo que incluye no volver a atribuir al danés lo que no es suyo, y lectura sosegada de los ejemplos (Dios bendiga internet), y si se confirma algún día la sospecha de que él también a su vez lo tomó de árabes, hindúes o griegos, enmendaré una vez más. Sólo el error daña la inteligencia.
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