Alucino con el mensaje recibido de mi compañía de comunicaciones, la inexpugnable telefónica. Según ella si dejo de recibir mi factura en papel y la consulto on line, destinará ese importe -supongo que llegará a un euro al año- a repoblar las riberas de los rios. Eso, claro está la permitirá a ella ganar más dinero porque yo tendré que consultarlas a través de las llamadas locales de internet, llamadas que son gratuitas en paises como EEUU, o cuestan una tercera parte en otros países europeos donde ella comparte acciones con otras compañías telefónicas [¿alguien duda de cual es la verdadera razón de que seamos un país con pocas conexiones adsl?].
Este razonamiento me recuerda que a lo largo del año el carburante ha subido un 17%, y que en enero me subirán la luz y el gas en torno al 5%, un porcentaje que previsiblemente alcanzarán las hipotecas que todos tenemos, pero no debemos preocuparnos porque nuestro sueldo base seguirá siendo la mitad del de un francés. Siempre ha sido así y hemos sobrevivido ¿no?
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